En este post vamos a hablar sobre la definición de una deuda subordinada. Además, trataremos si es posible usarla para nuestro propio beneficio.
Una deuda subordinada se define como un préstamo en el que el reembolso del principal está subordinado a los créditos de los acreedores principales. Esto significa que si el prestatario incumple el préstamo, los acreedores subordinados solo serán reembolsados después de que los acreedores principales hayan sido pagados en su totalidad.
¿Se puede usar una Deuda Subordinada para nuestro beneficio?
Aunque esto puede parecer una desventaja, en realidad hay algunas situaciones en las que la deuda subordinada puede ser utilizada en nuestro beneficio.
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Por ejemplo, supongamos que tenemos una empresa con varios acreedores. Uno de estos acreedores es un banco que nos ha concedido un préstamo de 100.000 euros. Este préstamo tiene prioridad sobre todas nuestras otras deudas, lo que significa que si no cumplimos con el préstamo, el banco será el primero en recibir el reembolso. Sin embargo, también tenemos una deuda subordinada de 50.000 euros de otro acreedor. Este acreedor solo será reembolsado si el banco ha sido pagado en su totalidad.
En este escenario, en realidad nos convendría más incumplir la deuda subordinada que el préstamo bancario. Esto se debe a que si incumplimos el préstamo bancario, el banco podrá emprender acciones legales contra nosotros y posiblemente obligarnos a declararnos en quiebra. Sin embargo, si dejamos de pagar la deuda subordinada, lo peor que puede ocurrir es que tengamos que devolver la deuda en una fecha posterior.
Por supuesto, esto no quiere decir que el impago de nuestra deuda sea una solución. Todavía es posible que el tribunal considere que somos incapaces de pagar nuestras deudas y nos ordene liquidar nuestros activos. Sin embargo, si tenemos suficientes activos para cubrir el importe de la deuda, es posible que podamos negociar un plan de pagos con nuestros acreedores y evitar la quiebra.
¿Es posible reclamar una deuda subordinada?
Es posible reclamar una deuda subordinada, pero no siempre es fácil. Lo primero que tiene que hacer es averiguar si la empresa tiene algún activo que pueda utilizarse para pagar la deuda. Si la empresa no tiene activos, puede ser difícil recuperar su dinero.
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Si la empresa sí tiene activos, tendrá que presentar una reclamación ante el tribunal. El tribunal decidirá entonces si la empresa tiene que pagar la deuda o no.
Si tiene éxito en su reclamación, es posible que pueda recuperar todo o parte de su dinero. Sin embargo, es importante recordar que las reclamaciones pueden tardar mucho tiempo en resolverse y es posible que no recupere su dinero durante varios años.
Si está pensando en reclamar una deuda subordinada, debería hablar con un abogado para saber si merece la pena seguir adelante.
