Existen dos términos que rodean directamente el tema de los préstamos y el dinero en general. Dichos términos son crédito y deuda respectivamente. Muchas veces confundidos entre sí por sus similitudes pese a aludir a aspectos diferentes dentro de un mismo tema (en este caso, los préstamos).
Conviene, pues, descubrir cuál es la diferencia entre crédito y deuda además de profundizar más sobre estos tópicos a fin de evitar más confusiones de esta índole.
Qué es el crédito y la deuda
El crédito es un término que hace referencia al derecho que tiene una persona de recibir cierta cantidad de dinero de otra persona o entidad particular que ofrezca este servicio de préstamo. Es, pues, lo que nos indica que una persona está capacitada para prestar dinero a otra. Este último, tiene la obligación de devolver ese dinero bajo ciertos términos y condiciones previamente establecidos.
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Por su lado particular, se entiende como deuda a aquella obligación pendiente de cumplimiento entre la persona que pasa a figurar como “deudor” (o sea, aquél que recibió el crédito) y el “acreedor” (aquel que entregó el crédito). En este sentido, se puede comprender que el crédito alude directamente al contrato que se forma entre el deudor y el acreedor, mientras que la deuda vendría a ser la obligación que el deudor debe cumplir con esta entidad acreedora.
Por qué se confunden los términos crédito y deuda
El motivo principal por el cual se tiende a confundir crédito con deuda es que, de forma particular, estos créditos figuran como un tipo de deuda. El crédito se puede tomar como sinónimo de préstamo (entiéndase, acción de prestar algo a alguien) y, por consiguiente, se intuye que al aceptar un crédito estás asumiendo una deuda.
La deuda, por sí misma, sólo engloba a esa obligación de pago o devolución que una persona tiene con otra. Mientras que el crédito engloba a la deuda y la arropa en un contrato donde se especifica un monto a prestar y su respectiva obligación de devolución. De hecho, los créditos por sí mismos suelen solicitarse para poder desarrollar de forma plena algún proyecto de índole personal, buscando siempre el crecimiento financiero o económico que solo se pudiera obtener adquiriendo esta clase de deuda.
Para que se entienda de mejor manera la diferencia entre crédito y deuda, se puede mencionar un pequeño ejemplo: Una mujer necesita un préstamo de dinero para poder levantar su negocio. Esta misma, acude al banco para solicitar un crédito en donde le puedan prestar ese dinero necesario para que el negocio pueda empezar a operar, obteniendo como resultado de este contrato crediticio una deuda que tendrá que pagar en un tiempo estipulado. ¡Más claro imposible!
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Tipos de créditos y tipos de deudas
Los créditos pueden clasificarse de diferentes maneras según convenga para su análisis. Se puede decir lo mismo de las deudas que, al final del día, se relacionan de forma directa con la solicitud de un crédito. Siendo así, se puede mencionar que es posible clasificar los créditos y las deudas de la siguiente manera:
- Con base a su duración, encontrando créditos y deudas de corto, mediano y largo plazo.
- Con base a la cantidad que se vaya a prestar. Un ejemplo de ello son los microcréditos o los créditos personales (cada uno con sus respectivas deudas).
- Con base a la finalidad que se le dará al crédito en cuestión. Se pueden encontrar los créditos al consumo (destinados para adquirir algún bien en particular), créditos de estudios, créditos para empresas y demás. De manera análoga, las deudas también se pueden clasificar mediante la finalidad con la cual fueron obtenidas.
Como dato curioso de este tema en concreto, se puede mencionar que se tienen registros de créditos que datan del año 3000 antes de Cristo. Macedonia fue de las primeras ciudades en incorporar este tipo de préstamos tan particulares. De igual forma, también se sabe que existieron operaciones de crédito y deuda en la antigua Grecia y Roma. Los romanos fueron de los primeros en colocar leyes y regulaciones en cuanto a estas prácticas se refiere. ¡De ahí nace el concepto de deuda!
Ya no debería quedar ningún tipo de duda sobre qué es el crédito y qué es la deuda. ¡Ahora lo sabes!
Cómo cancelar la deuda sin pagarla
¿Qué ocurre si has pedido muchos créditos y no puedes pagar tu deuda? En este caso estarás sobre endeudado y los acreedores te exigirán el pago bajo amenaza de inscribirte en listas de morosidad.
Pero, ¿ cómo solucionar esta situación? La manera de arreglarlo es acogerte a la Ley 25/2015 que te permite cancelar toda aquella deuda que no puedas pagar. Esta ley está diseñada para evitar que las personas se queden hundidas económicamente de por vida.
Para poder tramitar esta ayuda que establece la Ley, tienes que cumplir una serie de requisitos. Si te interesa esta opción contacta con nosotros y te explicaremos cómo hacerlo.