Cuando una persona o empresa se enfrenta a un impago, una de las primeras preguntas que surgen es cuánto tarda una demanda judicial por impago. En este artículo te explicamos los plazos aproximados, los factores que influyen en la duración del proceso y las alternativas que puedes considerar antes de acudir a los tribunales.
¿Qué es una demanda judicial por impago?
Una demanda judicial por impago es un procedimiento legal que se inicia cuando un acreedor reclama judicialmente una deuda que no ha sido satisfecha en los plazos acordados. En España, estas demandas pueden tramitarse mediante distintos tipos de procedimientos, en función de la cuantía de la deuda y de si existe o no documentación que la respalde.
Anulamos las deudas que te están reclamando en el juzgado
Si no has podido pagar tus deudas y te las están reclamando por via judicial entonces tienes una solución.
Nosotros somos expertos en el trámite europeo de cancelación de deudas. Esta es una ayuda legal que se ofrece para todas aquellas personas que están sobreendeudadas.
Gracias a esta ayuda se cancelan todas las deudas, incluidas las que te están reclamando en el juzgado. De esta forma evitas los embargos de nómina y de cuenta bancaria.
Si quieres saber más sobre esta solución rellena nuestro formulario y te informaremos gratis.
¿Te cuesta Pagar tus Deudas?
Cancela toda la Deuda que no puedas pagar gracias al trámite Europeo.
Contacta con nosotros y te explicamos cómo hacerlo.
Tipos de procedimientos judiciales por impago
Existen principalmente tres vías judiciales para reclamar un impago:
-
Proceso monitorio
Es el procedimiento más rápido y sencillo. Se utiliza cuando existe prueba documental del impago (facturas, contratos, albaranes…). Si el deudor no se opone, se dicta un decreto que da por finalizado el proceso.
Duración media: entre 3 y 6 meses si no hay oposición. En caso contrario, se transforma en un juicio verbal u ordinario.
-
Juicio verbal
Se emplea para reclamaciones de hasta 6.000 euros si hay oposición en el monitorio. Es más ágil que el ordinario pero requiere celebración de vista si el deudor se opone.
Duración media: entre 6 y 12 meses.
-
Juicio ordinario
Se utiliza para reclamaciones superiores a 6.000 euros o en casos complejos. Incluye una fase de audiencia previa y juicio oral.
Duración media: entre 12 y 24 meses.
¿Cuánto tarda una demanda judicial por impago realmente?
Depende del tipo de procedimiento, la carga de trabajo del juzgado, la oposición del deudor, si existen embargos posteriores, entre otros factores. En términos generales, la duración se puede estimar así:
- Proceso monitorio sin oposición: 3-6 meses.
- Monitorio con oposición → juicio verbal: 6-12 meses.
- Monitorio con oposición → juicio ordinario: hasta 2 años.
- Juicio ordinario desde el inicio: 1-2 años o más.
Por tanto, si te preguntas cuánto tarda una demanda judicial por impago, la respuesta puede variar considerablemente dependiendo del caso concreto.
Factores que afectan al plazo de resolución
Aunque existan plazos orientativos, hay varios factores que pueden acelerar o retrasar el proceso judicial:
-
Carga de trabajo del juzgado
Cada juzgado tiene su ritmo. En ciudades grandes como Madrid o Barcelona, la sobrecarga puede suponer meses de retraso.
-
Oposición del deudor
Si el deudor se opone, la demanda se complica y el proceso se alarga. Aquí es donde la figura del abogado resulta clave.
-
Documentación aportada
Una demanda bien documentada y argumentada agiliza el procedimiento y puede evitar la oposición del deudor.
-
Medidas cautelares o ejecuciones posteriores
Incluso tras obtener una sentencia favorable, puede ser necesario ejecutar embargos, lo que añade más tiempo.
¿Es obligatorio contratar abogado?
En el proceso monitorio no es obligatorio contar con abogado ni procurador si la deuda es inferior a 2.000 euros. Sin embargo, si hay oposición, se transforma en un juicio donde sí son obligatorios.
Contar con asesoría legal desde el inicio mejora las probabilidades de éxito y puede incluso acortar los plazos, ya que se evita errores formales o falta de pruebas.
Alternativas extrajudiciales antes de demandar
Antes de iniciar un procedimiento judicial, conviene explorar vías amistosas:
- Reclamación extrajudicial (burofax o carta): Es el primer paso recomendado. Demuestra voluntad de resolver el conflicto sin necesidad de pleito.
- Mediación o negociación: A veces es posible alcanzar acuerdos de pago fraccionado.
- Arbitraje: En algunos sectores es obligatorio o recomendable.
Estas vías no sólo pueden evitar el juicio, sino también preservar la relación comercial.
Costes de interponer una demanda por impago
Aunque el proceso monitorio es gratuito en su fase inicial (salvo tasas si eres empresa), los costes pueden incluir:
- Honorarios de abogado y procurador
- Tasas judiciales (para personas jurídicas)
- Gastos derivados de peritajes o informes técnicos
Estos costes, en caso de ganar el juicio, pueden ser repercutidos al deudor si así lo establece la sentencia.
¿Qué pasa si el deudor no paga tras la sentencia?
Una vez obtenida una sentencia favorable, si el deudor no cumple voluntariamente, se inicia la fase de ejecución. Esta etapa puede alargar aún más el proceso, especialmente si el deudor no tiene bienes embargables o los oculta.
En esta fase el juzgado puede embargar:
- Cuentas bancarias
- Nóminas
- Inmuebles
- Vehículos
En ocasiones, esta ejecución puede durar más que el procedimiento principal.
¿Vale la pena iniciar una demanda por impago?
Dependerá de:
- El importe de la deuda
- La viabilidad de cobro
- Los recursos disponibles
- El perfil del deudor
Un buen análisis previo con un abogado especializado es esencial para determinar si es rentable interponer una demanda. Hay casos donde el coste y el tiempo invertido no compensan, especialmente si el deudor es insolvente.





